Entrevista a Rosemberg Sandoval.
Por: Diego Garzón

¿Cómo llegó ese interés por el arte?

Soy el menor de catorce hermanos, todos campesinos y desplazados hacia Cali por esa máquina infernal de la violencia iniciado los años sesenta. En mi casa, lo mas aproximado a pintura lo hacia mi papá, que fue un albañil salvaje y al que yo de niño le preparaba los colores para sus trabajos en las casas de los vecinos. Mirarlo pintar de manera gestual, chorreada, obsesiva y desenfrenada trepado en una escalera hechiza de guadua, amarrada con alambre era conmovedor; entre otras cosas por el ruido y el olor a sábila, limón y cal que producían sus grandes brochazos estallando contra la pared. Esa manera de atacar el espacio sin compasión, con mucho vigor y energía pura, fue la que presencié por muchos años, además; de las acciones corporales que hacia mi tía Custodia, que vivía con nosotros, ella de una manera extraña y enferma permanecía sentada por largas horas en un baúl de madera cruda que contenía todas sus cosas, para luego convulsionar contra el piso. Esta era la vida convertida en arte durante mi primera infancia, porque luego a los diez u once años la lectura se me volvió una obsesión y cuando ingresé a la Escuela de Bellas Artes ya manejaba la historia del arte hasta el siglo XIX con el impresionismo y además tenía claridad política y filosófica. Allí en la Escuela inicié con arte moderno y contemporáneo y entendí los nuevos métodos de producción del arte, como la instalación, el video y la performance en donde me sentí muy amplio y conectado con América Latina, con Guadalupe Posada, Fontana, Oiticica, el Instituto Di tella, el Centro de Arte y Comunicación ( CAYC ) Gordón Matta Clark, y lo que se hacia en las Bienales de San Pablo.

¿Qué artistas fueron fundamentales en su formación? Beuys?

Mi cordón umbilical, lo anudé desde la filosofía con Schopenhauer y su explicación del mundo que devora al hombre, pasando por Jorge Luis Borges y la invención del mundo hasta Tirofijo y su nacionalismo extremo, “Colombia es el mundo” decía él. También hubo otros enlaces como el Expresionismo Alemán y sus precedentes, Goya, Vangogh, el Dadaísmo Berlines, el Accionismo Vienes, Beuys, Fluxus, o los Povera que siempre me parecieron sobreactuados. Aquí en Colombia fueron fundamentales para mi formación:Carlos Correa que fue mi profesor de pintura, Debora Arango, Bernardo Salcedo, Felisa Bursztin, y Carlos Rojas.

¿Cuáles eran esas principales preocupaciones o intereses cuando empezó a trabajar en el arte?

Cuando empecé y ahora, la principal preocupación es como reinventarme de una manera suicida, digna, coherente y eficaz.

¿Siempre quiso trabajar con su cuerpo?

El cuerpo es el anclaje que imanta mi lugar, Colombia es mi universo, mi historia, mi contexto. El cuerpo atrapa el espectador con una amenaza superior en tiempo y espacio real. Soy un ejército de una sola persona, empuñando su alma.

¿Ese paso por la insurgencia marco el rumbo de su trabajo? ¿Cómo?

La insurgencia hizo parte de mi producción como una especie de doctorado en fraternidad y sobrevivencia, pues siempre tuve claro que no tenía espíritu de sumisión, obediencia, y piedad admirativa, la norma me diluye, y uno de pobre no puede cometer errores, la insurgencia y todos los grupos de exterminio del país están conectados entre sí por su gusto cursi, ultraconservador y fervorosamente proimperialista.

¿ Hay en general una posición política en su trabajo?

Mi trabajo es político, es entender y hacer lo social, lo político, y lo económico desde el arte, superándolo. Es la actividad moral, como sistema de interpretación de la realidad.

La moral como actitud, soporte y requisito para producir arte, desafiando todo…desafiando el gusto, el dinero, el mito del arte, y las instituciones mediocres en una sociedad cruel y corrupta como la nuestra.

Al mirar su trabajo en retrospectiva, hay temas o intereses generales como artista? ¿No la hay?

El tema de mi producción como artista en América latina es el individuo marginal, reconstruido desde la axiología y la dignidad con una coherencia de materiales deleznables, esencia, vigor, estructura y mucha fiereza.

“Siempre me he movido entre el fango de lo crudo y lo cocido que es entre lo que supongo, que se debe mover uno como artista, porque el arte como el tiempo es incertidumbre perpetua”

Lo puede desarrollar mejor?

Un artista es aquel que en cada exhibición se autodescubre teniendo como conexión su lugar, su contexto, su poética, y lo que transpira con su homogeneidad entre tratamiento e intención, entre discurso y método utilizado, redestruyendo e iluminando el mundo.

¿Cómo nacen sus obras, de una idea, de una imagen, del espacio donde va a exponer?

Las ideas aparecen, funcionan, y se materializan en uno como artista en forma de explosión controlada, conciente, caótica, y misteriosa.

Cuando una idea llega la escaneo en mi cerebro, la visualizo en mi libreta de apuntes en donde detallo el lugar, la escala, el material, su olor y color, su posible ejecución, e iluminación, luego la filtro y la mambeo, la magnetizo y la construyo en el papel, la maqueta, o en su propio lugar.

Dice que nunca compra materiales, como le llegan?

¿Cómo es esa elección de materiales?

Los materiales deben ser proporcionales a mi condición económica, y a mi deseo de iluminarlos con sentido y casi siempre los adquiero por otro canal transversal al de valor de cambio tradicional que es el valor de uso. Los materiales me encuentran, me los regalan, o me los robo.

¿Cómo fue y en que consistió la obra del Salón Atenas de 1981? Hay una buena foto de eso?

En el Salón Atenas de 1981 curada por Eduardo Serrano Rueda y que se exhibió en el Museo Nacional de Bogotá inicié mi carrera como artista participando con cinco obras: una de ellas “Extensión” que hace parte de la colección del MAMBO y que fue exhibida en 2003-2004 en “comer o no comer” en Salamanca España, junto a Marcel Duchamp, Grippo Vostell y cien artistas mas del siglo XX y XXI, “Extensión” es una gran sábana usada, teñida de manera obsesiva con café de tomar y colgada luego con ganchitos (nodrizas) de una sonda plástica transparente repleta de orines míos burbujeantes.

De las otras 4 obras, una es un proyecto para una escultura subterránea (proyecto para cámara neumática) esto es un gran pulmón sepultado y alimentado desde el exterior con aire a través de una manguera.

Otra pieza fue elaborada con periódico del día y estaba referida a la seudoinformacion y al encierro, hay además un texto hecho con puñal sobre una banda de esparadrapo adherida a la pared. Una última obra fue construida sobre una tela teñida en merthiolate y vellos púbicos adosados a manera de retazo de piel colgada con pinzas para ropa sobre una cuerda.

Los Salones Atenas fueron muy importantes porque sirvieron de plataforma de lanzamiento a los artistas colombianos de la generación de los años 70s y 80s.

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