Acciones Políticas (performances)
Hacer política desde el arte, redestruir iluminando, conectando
lo ancestral y lo contemporáneo, lumpenizar el arte; digerir
lo social, lo político y lo económico desde el poder de
lo marginal; desafiar el gusto, el dinero, el mito del arte y los viajes
obligatorios a Norteamérica y Europa, hacen parte de un gran
proyecto estético: convertir el arte en un sistema digno de interpretación
de la realidad, ¡la moral como actitud, soporte y requisito para
producir arte!
De alguna manera el arte transpira el lugar donde se elabora y con su
carácter pedagógico de salvación y orfandad es
lo único que nos permite convivir con la barbarie, con la indigencia,
con la locura y con la muerte. El tiempo es lo único que no puede
des-hacer, el arte está por encima de las ideologías,
las certezas y la condición socio económica; va más
rápido que la sociedad, tiene un filo de libertad y de actitud
política. Es expresión y construcción de una realidad
imantada de valor moral que se reelabora a partir de la historia y se
recapitula en nuestro contexto, sin ser historicista. Hacer arte desde
la marginalidad y con la marginalidad es mi único delito desde
1980, Cuando consigno en mi libreta de apuntes y proyectos Labriego,
una performance construida a partir de arrastrar el cadáver de
un preso político sobre la plaza Bolívar de Bogotá,
para que la plaza y el asfalto lo fueran devorando a medida que yo lo
iba arrastrando de manera obsesiva (Quisiera hacerla en una bienal de
Sao Paulo). En 1981, teñí de manera obsesiva y por varios
días una sábana usada que colgué luego de una manguera
repleta de orines míos.
En 1982 tejí con mis manos una gran malla de vísceras
de cadáveres humanos anónimos para señalar y allanar
un lugar privado. En 1983 escribí con cabello de cadáver
humano 16 maneras de suicidarme creativamente. En 1984 grafitie con
una lengua robada de un sindicalista las paredes de un museo y ese mismo
año fusioné en una sabana rota el mapa de un corredor
de violencia de nuestro país. En 1985 construí una escultura
con desechos recogidos de un atentado terrorista en mi ciudad. En 1987-1988
borre a puñal una fotografía. En 1999 froté el
cuerpo de un indigente adulto hambriento y pestilente sobre las paredes
y el piso de un museo. En 2000 dibujé con mis vellos púbicos
arrancados una tierna cara de bebe. En 2001 trituré con mis manos
30 docenas de espinosas rosas rojas hasta que la sangre se confundió
con los pétalos caídos. En 2004 rediseñe banderas
del primer mundo con papeles sucios recogidos de la calle.
Ahora en 2008, exhibiré ACCIONES POLÍTICAS en donde alegorizo
y presento la agonía y la muerte como amenazas irreversibles,
como hechos comprobables y como condición de la materia que nos
transforma en exterioridad, en polvo, en fango y en mugre. En cada una
de estas acciones mostradas aquí e incluidas en el catálogo,
el cuerpo consciente y caótico es intención, materia y
público en tiempo y espacio real, auto-condicionándome,
así mismo, maneras de vida social y relaciones de trabajo, producción,
cambio y uso, que interviene y fisura la estructura económica.
Este conjunto de veintiuna performances (acciones corporales) registradas
en video, fotografías y objetos ojala prosiga su espinoso y misterioso
destino de disolución y persistencia en el alma activa del espectador.
ROSEMBERG SANDOVAL
2008